martes, 31 de enero de 2017

Nada

Se me han oscurecido los ojos de tanto cerrarlos.
De tanto ignorar y dejar pasar.
Se han vuelto las hojas de este parque, azabache mate y amargas, como mis lágrimas secas e inútiles.
Mi corazón no siente nada.
Mi alma no late.
No hay en mí estímulo.
El cerebro solo mueve motores de razón.
Y mientras, mi mirada se está durmiendo entre la penumbra de la tarde muerta.

Miriam G. González.  31/01/2017

domingo, 8 de enero de 2017

Luz oscura

Me pregunto a veces cuál será él verdadero color de las cosas, si cuando están en luz o cuando están en sombra.
¿Pasará lo mismo con los sentimientos? Ya que de noche son unos y de día otros.
¿Quiénes somos? ¿Pensamiento que amanece o el que rendido se duerme?
Mis oídos han escuchado en diversas ocasiones que la oscuridad es horrible, que produce miedo. 
Opino que lo que realmentr da miedo es en lo que nos convertimos cuando anochece o cuando interrumpe el alba.
Quizá la oscuridad encierre cosas sabias como la soledad y la meditación.
Visiones tan maravillosas como la luna o las estrellas.
Probablemente la oscuridad nos enseñe a amar las cosas sin verlas para que cuando el sol las ilumine, valoremos lo bellas que realmente son.